En
este 27 de junio, cuando los y las periodistas venezolanas celebramos
nuestro día en conmemoración a la creación del Correo del
Orinoco, periódico creado por
Simón Bolívar en 1818, en
apoyo a la causa
independentista, quiero hacerle un pequeño homenaje a Julián
Assange, de 47 años y
nacionalidad australiana,
injustamente secuestrado por haberse atrevido a divulgar, desde
WikiLeaks, en 2010, todas las
tramposerías y delitos que el Pentágono cometió
en contra de
Afganistán e Irán, en medio
de una impunidad total.
El
New York Times, The Guardian, Der Spiegel, Le Monde y El País,
publicaron sus revelaciones y esto dio una visión más veraz de la
actuación de EE.UU en estas guerras que ellos provocaron
impunemente. Estas informaciones han contribuido, como pocas, a
develar el verdadero rostro de ese país, más allá de
especulaciones. He allí la razón de esta nota, de este homenaje.
Pocos como él han hecho tanto por la verdad, esos fríos informes
publicados en Wikileaks dan cuenta de esa dura realidad, mejor que
cualquier crónica o artículo periodístico. No es fácil superar la
realidad. Assange
hizo lo que todo periodista debe hacer; luchar porque la
verdad sea conocida.
Julián
Assange está en prisión de máxima seguridad en Londres, durante 23
horas está encerrado y solo puede salir media hora al día. EE.UU
quiere extraditarlo para juzgarlo por filtración de documentos
secretos, espionaje, traición, piratería informática y otros 17
cargos bajo la Ley de Espionaje de 1917, pero solo será hasta
septiembre, debido a la Covid19, cuando se reanudará el juicio. Si
es condenado, podrían imputarle 175 años de prisión, una virtual
pena de muerte.
El
fundador de WikiLeaks logró filtrar a la prensa la pelusa de unos
251.287 cables, más de 400.000 informes clasificados sobre la guerra
de Irán
y 90.000 sobre de Afganistán. De
ese color es su delito para los gringos. Según Patrick
Cockburn, de
London
Review of Books,
lo
que más le sorprendió de esos cables fue leer como
“ Matar
gente se conoce como EOF (‘Escalada de Fuerza’), algo que ocurría
frecuentemente en los puntos de control militares de EE.UU. cuando
soldados estadounidenses nerviosos ordenaban a los conductores
iraquíes que se detuvieran o se fueran, con complejas señales de
mano que nadie entendía”. Otro informe describe
el momento en que los soldados estadounidenses mataron a tiros a un
hombre que se “arrastraba detrás de su posición de
francotirador”, sólo para saber más tarde que era el intérprete
de su propia unidad.
Esta
pequeña muestra de lo que se divulgó a través de WikiLeaks, da una
dimensión de lo que destapó Assange y ayuda a entender la ferocidad
en su contra desatada por EE.UU. En tiempos de Correa, en el 2012, se
asiló en su embajada en Londres; allí permaneció 7 años, hasta
que llegó lenin moreno, que traicionó todo: lo entregó a la
justicia británica y le quitó la nacionalidad... Tengo idea de
haber escuchado, o tal vez fue que lo pensé, que Venezuela le
ofreció su embajada, pero él creyó, que era más seguro Ecuador,
dado que nuestro país vivía ( y vive) en un completo hervidero...
Assange
lo han acusado de todo, desde haber puesto en riesgo la seguridad de
los soldados gringos en Agfanistán e Irán hasta cargos de
violación, en 2010, hechos en su contra en Suecia, lo cual generó
una investigación de la fiscalía que duró casi diez años, se
abandonó tres veces, hasta que finalmente fue desechada en noviembre
de 2019, por cuanto ya se acercaba la fecha de prescripción.
Actualmente, está recluido en una prisión en Belmarsh, desde donde
solicitó libertad condicional para no contagiarse del Covid 19, ya
que tiene una salud precaria, según informa su actual pareja con
quien procreo dos hijos en la embajada ecuatoriana. De igual modo,
diversos organismos internacionales denuncian el precario estado de
Assange y señalan que lo están asesinando lentamente. Las
plataformas freeassange.com y freewikileaks.eu y freeassange.es
abogan por su libertad.
Valga
este breve recuento del quehacer de Julián Assange para explicar el
porqué de mi homenaje a este hombre que se las jugó completicas a
favor de la libertad de expresión, y hoy esta a punto de pagar con
su vida tal atrevimiento. Te honro Assange y ojalá hubiese un poder
en la tierra que permitiera librarte de ese tormento que vives. Desde
Venezuela te apoyamos y nos solidarizamos con tu causa.
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