sábado, 9 de octubre de 2010

Los Cepeda: la memoria colectiva como celebración


Juan de Dios Martínez....
Pedro Piña..
La cronista
      


La exposición Hermanados de sangre y oficio  de Audio y Ender Cepeda, no es en modo alguno la sumatoria de una foto y un dibujo, es algo más que eso, es un nuevo discurso, cargado de mucha memoria colectiva ya que en esos personajes, nos conocemos y mejor aun, nos reconocemos como parte vital de una región y su historia.

Inés Laredo...
El fotografo...
Por ello, además de memoria, estos cuadros están llenos de diálogos, de comunicación, donde el mensaje está pleno de nuevos sentidos que demandan  como condición, una conversa entre los autores y su espectadores para poderlos disfrutar al máximo. De allí que esta propuesta exija un receptor activo, que se reconozca allí, en él y en los otros, más allá de cualquier vanidad. Que se reconozca como sujeto (y no objeto) de una comunidad, como integrante, como participante, donde la identidad se enriquece y se regocija.

 Nadie puede mostrarse indiferente ante estos trabajos. Cada uno  de los personajes fotografiados y luego resemantizados a través del dibujo,  expresan una crónica que dan cuenta del quehacer de un tiempo y un espacio.

Este nuevo discurso estético, atravesado por el dibujo y la fotografía, que con tanto acierto han combinado los Cepeda, nos habla también de una original apuesta en el arte venezolano, tan carente y necesaria en los últimos tiempos.

Esta exposición es también un homenaje a Maracaibo y su gente, esa de la cual se ha nutrido Audio para hacer fotografía lúcida y  su hermano Ender para recrear esos personajes que le han dado fuerza y sentido a esta región zuliana.

Hay también personajes de otros lares, pero es aquí donde esa muestra se potencia y se convierte en memoria viva, donde cual espejo de Alicia, entramos y salimos del pasado con absoluta facilidad y alegría.


Ese domingo 5 de junio de 2010, fecha de su inauguración en Centro de Arte de Maracaibo ( CAMLB), fue un día de felicidad colectiva, reímos y disfrutamos como pocas veces suele ocurrir en una exposición. El arte imitando a la vida, la vida imitando al arte.

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